Con el estreno de la nueva película Expendables 2, sentí que Dios me incitaba esta noche a hacer la pregunta: "¿Eres prescindible?" ¿Se siente utilizado, abusado, inútil, despreciado, impotente, desesperado, devaluado, no amado, expuesto, temeroso, descarrilado de su propósito? Esto podría ser en el trabajo, en casa, en la iglesia, con tus amigos y familiares, o con tus supuestos amigos y familiares. Ups, ¿se te salió eso?
Ahora bien, no pretendo haber visto ni puedo garantizar que alguna vez veré Los Mercenarios o Los Mercenarios 2, pero he visto cientos, si no miles, de personas a quienes Satanás ha tratado de desarmar llamándolos así. Ha susurrado cosas como: "Hoy te despedirán", "Será mejor que trabajes hasta tarde para demostrarle a tu jefe lo valioso que eres", "Estás atrapado en lo más bajo y nunca ascenderás en la escalera", "Todos "Lo que alguna vez serás es cambiar pañales, lavar platos, lavar ropa y ni siquiera eres bueno en eso".
Creo que ves el patrón, pero lo que Dios me dio esta noche es que hay otros trabajos si te despiden, el tiempo con tu familia y Dios es mucho más importante que impresionar a tu jefe, el último peldaño no es un mal lugar (Jesús). lavó los pies de los discípulos y no se quejó) tal vez Él te tiene allí por una razón, y piensa en esos pañales (no estoy seguro si Jesús usó Pampers o Huggies, pero María tuvo que cambiarlos).
Su valor no se basa en el puesto que ocupa, la basura con la que tiene que lidiar, las personas bajo su mando, el dinero que gana (o no gana), la deuda que tiene, el tamaño de su cuenta de jubilación, el casa o auto que tienes. Tu valor como persona es tan grande que Dios cambiaría a Su Hijo por ti. Todo lo que tienes que hacer es aceptar eso.
Dios nos creó para ser increíble, no prescindible.
Su deseo es que florezcamos dentro de Su amor, desarrollándonos, acercándonos a Él, volviéndonos más como Él. Este es un proceso y Él nos da poco a poco para permitirnos crecer y convertirnos en la persona y el niño que Él ha creado y diseñado para que seamos; debemos ser pacientes.
Somos no prescindible, somos no no amado. Somos hijos del Altísimo, Creador de todo, salvados por la sangre de Jesús. Valorados como tales, somos más que vencedores y eso nadie nos lo puede quitar.
“¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Como está escrito: “Por causa de vosotros nos matan todo el día; Se nos considera ovejas para ser sacrificadas”. No, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Porque estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni lo presente, ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa en toda la creación, podrá separarnos de Cristo Jesús Señor nuestro. "
Romanos 8:35-39 NVI