Por ejemplo, mi primer libro, un estudio bíblico, incorpora casi 300 escrituras y cubre una amplia gama de temas, desde la perspectiva hasta la mayordomía, la sabia responsabilidad, la oración, la intimidad con Dios, etc. Pero, cuando quiero expresar sucintamente de qué “trata” el libro digo: Refinando la identidad es un viaje de discipulado diseñado para ayudar a las personas a descubrir y vivir la identidad auténtica que Dios les ha dado.
No sólo es sencillo y va al grano, sino que la esencia resumida del asunto pone más énfasis en el lector que en mí.
No se limite a preguntar: “¿Cuál es el núcleo de mi mensaje?” Considere también: “¿Cómo beneficia esto a mis lectores? ¿Qué ganan ellos con esto? Durante el proceso de redacción y, más tarde, durante el proceso de marketing, esta mentalidad le guiará a centrarse en los demás, a ayudar a los demás en lugar de envanecerse.
Los senderos de los conejos son fáciles de recorrer al escribir. Pero normalmente desvían la atención de los lectores del meollo del asunto. Pregúntese continuamente mientras escribe: ¿Esto hace avanzar mi mensaje o es una distracción? Ya sea que recién estés comenzando a escribir sobre un determinado proyecto o que lo estés terminando, saber cómo resumir el corazón de tu mensaje te ayudará a mantenerte enfocado en lo que realmente hay que decir.