Hace años escuché una cita que continúa desafiándome: ¿Quién está al otro lado de mi obediencia? (Me gustaría poder descubrir quién dijo esto; independientemente de eso, estoy muy agradecido por el desafío).
Es muy fácil vivir desconectados de los demás, imaginar que existimos como seres autónomos cuyas decisiones sólo nos afectan a nosotros mismos, o como mucho, sólo a nuestras familias. Nada mas lejos de la verdad.
La gente está al otro lado de mi obediencia. Y Dios sabe exactamente quiénes son esas personas... las que encuentro en mi vida diaria, las que Él me invita a unirme a la comunidad y las que aún no conozco.
En este momento de escuchar intencionalmente a Dios para guiar a nuestra familia a nuestra próxima tarea, somos muy sensibles al "quién" detrás del llamado.
A medida que avanzamos, recibimos algunas instrucciones sobre a quién nos atraen:
- Personas que dependen de sí mismas y de su propio sentido de dignidad para ganarse el favor de Dios.
- Aquellos que adoran crearon las cosas en lugar de su Creador.
- Y personas que buscan más, que saben que falta algo y están desesperadas por encontrarlo.
Entonces, ¿dónde está esta gente? ¡La verdad es que están por todas partes! Pero hemos aprendido que a Dios le importa la geografía. Él no está limitado por eso, pero tiene la costumbre de ubicar estratégicamente a personas en todo el mundo para alcanzar a aquellos que tiene en mente.
Dios también coloca dentro de nosotros deseos y llamados que nos ayudan a guiarnos. Por ejemplo, en nuestra familia, hace unos 14 años, Dios nos dio una visión clara de educar en el hogar a todos nuestros hijos hasta la escuela secundaria. Entonces, dondequiera que vayamos, nos gustaría estar en un lugar apto para la educación en el hogar para vivir mejor esa larga tarea.
Cada miembro de nuestra familia también ha expresado su deseo de vivir en las montañas cerca del agua. (Eso es una tarea difícil para el norte de Texas, donde vivimos actualmente). Las cosas que más disfrutamos hacer juntos son difíciles o imposibles de hacer aquí.
¿Eso significa que un movimiento es inevitable? No. Pero, como ocurre con todo últimamente, estamos tratando de mantener nuestros oídos abiertos para oír y nuestras manos abiertas para recibir, de modo que podamos ser lo suficientemente ágiles para ir o quedarnos cuando Dios nos guíe.
¿Con quién podrías encontrarte hoy que esté al otro lado de tu obediencia? ¿Qué te pide Dios que hagas que afecte a quienes te rodean? ¿Y cómo se siente al estar ubicado estratégicamente para impactar a los demás?
1 comentario
Being obedient to strategic placement puts us in the place where God has led us to get to the “other side of obedience”. Thank you!