La sombra sagrada
La sombra sagrada
¿Cómo sería la vida si viviéramos como si la eternidad fuera ahora? Muchos de nosotros hemos caído en una trampa, pensando que Dios y Su reino están “allá arriba en alguna parte”, como si Él y Su morada estuvieran distantes en alcance y en el tiempo. Pero Jesús vino enseñando una realidad muy diferente.
Cada aspecto físico de la creación tiene una contraparte espiritual. Cuando Dios creó el mundo, lo llamó muy bueno. Lo declaró sagrado al colocar Su propia imagen en el mundo a través de la humanidad. Encargó a la humanidad que llenara la tierra, que tomara dominio, que declarara quién es Dios. Entonces, el aquí y el ahora, esta realidad presente… esto es sagrado. Lo tangible no es malo; es un regalo de Dios. Y, sin embargo, no es el final del todo. Es sólo el comienzo, un vistazo, una sombra de una realidad mayor.
Aquí vivimos en la sombra sagrada, pero un día, cuando atravesemos el velo de la percepción que desdibuja nuestra realidad presente, cuando crucemos el hilo del tiempo que es un límite por ahora, pero no lo será para siempre y ciertamente no es un límite para Dios, saldremos de la sombra sagrada y entraremos en la sustancia sagrada.